Martes, 03 de Agosto de 2010 , Jose Antonio Rivero
Los jóvenes revindican esta forma alternativa de ocio, defendiendo que con lo que gastan en esta práctica, sólo se pueden tomar una copa en cualquier caseta.
La práctica del botellón se lleva realizando en nuestro país desde hace muchos años, aunque es verdad que con el tiempo esta práctica ha ido creciendo y ganando más seguidores por todo el mundo. Los que la realizan se defienden de su práctica argumentando que los precios de las bebidas dentro de cualquier local es disparatado y que ellos que, en su mayoría son estudiantes, no pueden permitirse esos precios.
Años atrás, durante la época de Feria, el botellón se concentraba en los Baños Árabes, este año, con la medida que ha tomado la Ciudad Autónoma de Ceuta de prohibir esta práctica allí, los jóvenes se están dispersando por varios puntos de la ciudad, como son: los Grupos Alfau, la Plaza Azcarate, ‘Las Bohemias’, a lo que llaman a la parte situada por detrás del I.E.S Luis de Camoens, y el resto de calles cercanas al Recinto Ferial.
Los jóvenes de nuestra ciudad dicen que no hacen daño a nadie, que ellos sólo quieren pasarselo bien y buscan la manera más barata de hacerlo. Javier Corrales es uno de estos jóvenes estudiantes que practica el botellón, comentaba a ‘El Faro’ que “deberían poner una zona para realizar el botellón en Feria como eran los Baños Árabes, este año lo han cerrado y ahora tenemos que ir de un lado para otro y ha sitios donde debido a la aglomeración de gente podemos llegar a molestar, luego le preguntas a la policía donde podemos ir y nos dicen que no saben”.
Una de las mayores quejas de los jóvenes ceutíes es porqué en Ceuta, donde el precio del alcohol es más barato que en la península, las copas cuestan lo mismo o más que en el resto de España, piden que aquí, debido a esto, deberían ofrecer las consumiciones a un precio mucho más asequible.
Mirando el tema desde un punto de vista meramente económico, los chavales tienen razón, un botellón puede salir alrededor de 13 euros, donde tienen una botella de la bebida que quieran para un determinado número de personas que va desde 2 a 4, mientras que en cualquier local de la ciudad la copa mínima cuesta 5 euros, pudiendo llegar a costar hasta 10 euros.
En Ceuta la práctica de el botellón está sancionada, siendo la explanada de la Marina la única zona habilitada para ello, de ahí que los jóvenes que la realizan protesten ante las autoridades por no haber dispuesto un sitio para su práctica, ya que el único disponible está ocupado.
Las actuaciones de la Policía Local se basan en el desalojo de las personas que están realizando el botellón, llegando muy pocas veces a sancionar con multas a los jóvenes. La Policía siempre acude por la llamada a la central de algunos vecinos que se quejan de esta práctica. Ante la pregunta de los chavales de donde se puede realizar el botellón, la Policía Local contesta que ellos no lo saben, que lo único que tienen que hacer es irse de donde están, ya que ha habido varias llamadas quejándose. Esto lleva a la conclusión de que la Policía no toma medidas hasta que no se acumulan un determinado número de quejas, y en ocasiones ni así los vecinos consiguen su intervención.
Está claro que el tema de el botellón es muy controvertido, y que los jóvenes seguirán lo que les queda de Feria bebiendo por las calles de la ciudad hasta que las casetas bajen los precios, y que los residentes en las zonas donde estos jóvenes estén situados seguirán sufriendo el ruido y la suciedad causado por el botellón.
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