martes, 22 de septiembre de 2009

España suspende en movilidad sostenible

Atascos. Humo. Ruido. Contaminación. Accidentes. Cambio climático. Sin levantar la voz, el transporte es uno de los sectores con mayor responsabilidad en el calentamiento global. En España, las emisiones de CO2 producidas por la movilidad de pasajeros -excluyendo aviones y barcos- ha aumentado casi un 90% desde 1990, según Greenpeace. Y genera ya la cuarta parte de los gases de efecto invernadero del país.

El instituto estadístico de la UE (Eurostat) refleja que las emisiones del transporte español son similares a las de países con mucha más población, como Francia, Italia o Reino Unido, y que triplican las de Polonia, que tiene casi los mismos habitantes que España.

Pero la ineficiencia de los sistemas de movilidad no afecta sólo al clima, sino que determina buena parte de la calidad de vida de las ciudades. Desde el pasado día 16 de septiembre y hasta el martes 22 -fecha en la que se celebrará el día europeo sin coches cuyo lema de este año es En ciudad sin mi coche- se celebra la octava edición de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible.

"Con esta iniciativa se pretende concienciar a los ciudadanos de la importancia de la movilidad sostenible para mejorar la calidad del aire y para la lucha contra el cambio climático", aseguró la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, María Jesús Rodríguez de Sancho, durante el acto de presentación de la campaña europea.

Invasión de coches

La idea es que los núcleos urbanos de la UE tomen medidas concretas que permitan transformar los desplazamientos. Rodríguez de Sancho presentó algunos ejemplos, como la instalación de aparcamientos y carriles bici, la construcción de zonas peatonales, el uso compartido del coche, la educación vial o el aumento de la oferta de transporte público.

España es el segundo país de la UE -tras Austria- en cuanto a municipios participantes, con 354 ciudades. Sin embargo, ni las medidas propuestas ni la alta participación son suficientes para solucionar los problemas de movilidad urbanos. "La reducción del tráfico de coches debe ser el objetivo principal para hacer más sostenibles los desplazamientos en nuestras ciudades", dice Alfonso Sanz Alduán, experto en movilidad sostenible y autor de los planes de movilidad de una veintena de ciudades españolas. "El coche ha destrozado el espacio público de las ciudades, todo está invadido por y diseñado para el coche".

"La clave es estimular y disuadir", plantea Sanz Alduán, "estimular los medios de transporte alternativos, como la bici, caminar o el transporte público, y disuadir al ciudadano del uso del coche". La actuación estrella para reducir el número de coches en las ciudades españolas es restringir el aparcamiento. Pero esa medida no es válida por sí misma para favorecer el uso de transportes alternativos, como, por ejemplo, la bicicleta. "Para eso la solución pasa por calmar el tráfico, no sólo en velocidad sino también en número. No puedes pretender tener un carril bici en cada calle de una ciudad", dice Sanz Alduán.

Un problema cultural

Tanto los expertos en movilidad como los usuarios de la bicicleta aseguran que existen dos problemas principales para que el uso de la bicicleta no esté tan extendido como en otros países de la UE. El primero es la percepción de falta de seguridad cuando se circula entre el tráfico motorizado y el segundo es un problema cultural que hace que la bicicleta esté mal vista.

"¿Cuándo has visto a un ministro o a un hombre de negocios en bici por la calle? Sin embargo, en Países Bajos o Dinamarca es algo normal", dice Albert García, portavoz de la Coordinadora Catalana de la Bicicleta.

Es cierto que Holanda es la capital mundial de la bici, pero sorprende mirar el porcentaje de uso del coche que tiene el país, más de un 85%, superior a la media española. "En número de viajes, el uso de la bici en Holanda es similar al número de traslados andando en España y el uso del coche también es muy similar", explica Sanz Alduán. El exceso de uso del coche no es un mal exclusivo de España. Se trata del sistema de transporte favorito de toda Europa, al margen de lo extendida que esté la bicicleta en algunos lugares. Y ninguno de los males ligados a la movilidad insostenible se eliminará hasta que esa visión cambie en las ciudades.

 

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/18/ciencia/1253291992.html