domingo, 1 de marzo de 2009

Las víctimas del ruido

Escrito por Carmen Echarri

domingo, 01 de marzo de 2009

El Pleno del pasado febrero aprobó la elaboración de un mapa del ruido inexistente en la ciudad. ‘El Faro’ ha buscado a las víctimas de un problema que ya se incluye en los informes médicos como causa de enfermedades

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Vivir con el ruido se ha convertido en una obligación para muchas familias ceutíes. En una obligación y en una condena. Es una convivencia tortuosa que tiene efectos nocivos para la salud. Eso lo sabe bien Mario, uno de tantos ceutíes con los que ha contactado ‘El Faro’ para sacar a la luz esa problemática existente en la ciudad que ha sido obviada durante años por un Ayuntamiento que ahora ha aprobado, en pasada sesión plenaria, realizar el primer mapa del ruido.

Mario lleva años soportando unos decibelios por encima de lo permitido por ley. Lo hace desde que se abrió una cafetería justo debajo de su vivienda que no insonorizó adecuadamente el techado lo que se traduce en una presencia constante de vibraciones y ruidos. Lo peor viene cuando llega la noche. “El zumbido es permanente”, apunta, “no hay ni un minuto de tranquilidad”, añade. Esa sensación durante las 24 horas del día tiene efectos directos en la salud. La irritabilidad, el mal humor, el nerviosismo... son sólo algunos de los efectos. Con una niña de 20 meses, los problemas aumentan. “Todo afecta, es una sensación de malestar continuado, no puedes dormir bien”, indica. Con el pensamiento de acudir a la vía judicial para que ordene el cese de estas vibraciones, Mario es una de esas víctimas que al final terminan convertidas en verdugo. “Criticas por el ruido, te quejas y parece que eres tú el que atacas a quienes provocan ese ruido”, lamenta.
Luis, otra víctima del ruido, ha cruzado esa línea que discurre entre el pensamiento de acudir a los tribunales y el paso de interponer una denuncia. Lo ha hecho contra una empresa, Supersol, por el ruido constante emitido por los motores de refrigeración que existen en el solar existente en Pasaje Romero. “Es un zumbido constante, por la mañana nos levantamos mi mujer y yo como si no hubiéramos dormido. Es como si nos hubieran dado una paliza”, apunta. Esta sensación repetida día tras día ha terminado generando problemas psicológicos al matrimonio. “Estamos en tratamiento los dos”, indica Luis. “Antes dormíamos ocho horas y nos levantábamos bien, descansados. Ahora es al revés, dormidos el mismo tiempo pero nos levantamos cansados, es el resultado de dormir con ese zumbido constante”, añade. Tanto Luis como su esposa reciben tratamiento médico. En el caso de la fémina se suma además el haber perdido el 20% de audición por soportar este ruido constante.
Ambos esperan ahora que el juzgado señale el acto de vista oral para que se celebre el juicio contra Dinosol, empresa que representa al supermercado Supersol. Una empresa contra la que ya actuó la consejería de Medio Ambiente, interponiendo una multa de 6.000 euros, en una actuación que se convierte en una excepción pues son pocas las ocasiones en las que se aplica una sanción de estas características.
El abogado de este matrimonio, Francisco Javier Sánchez, pedirá por la vía de lo Civil la correspondiente indemnización por daños morales, los únicos que pueden reclamarse en situaciones de este tipo. En términos económicos este daño se traduce en una sanción que puede oscilar entre los 3 y los 6 euros diarios, nada acorde con lo sufrido por sus protagonistas, día tras día. De momento lo que ha conseguido el letrado Sánchez es que la Audiencia Provincial haya acordado que da a lugar la adopción de medidas cautelares, lo que había sido desestimado por el juzgado. Esas medidas se traducen en la obligatoriedad de no emitir más ruidos, lo que obligará a Supersol a precintar sus aparatos refrigeradores o, de lo contrario, cesar su actividad, para evitar la emisión del ruido hasta que se celebre el acto de juicio oral. Sánchez ha pedido ya que se ejecute dicha sentencia. El caso que representa es uno de los pocos que llega al juzgado. Y es que muchas de las víctimas del ruido evitan esta vía porque no confían en ella o porque no tienen capacidad económica para sustentar un pleito de este tipo. En el caso de Luis ha tenido que presentar una fianza de 2.500 euros para seguir adelante con el proceso. Lo ha hecho porque su objetivo es ganar la batalla al ruido.
A la vía judicial también ha terminado acudiendo un matrimonio residente en pleno centro de la ciudad. Los ruidos emitidos por una terraza de copas ubicada justo debajo de su vivienda constituyeron una auténtica pesadilla que ha terminado incluso en el Defensor del Pueblo.
La mujer perdió hasta 28 kilos de peso, en uno de los pocos casos que ha conseguido superar la línea de lo privado y saltar a la luz pública. Cada mes perdía 5 kilos, luego esa pérdida fue más lenta... así hasta el pasado verano, cuando su peso se estacionó al ganar en tranquilidad.
El caso protagonizado por otra familia, residente en las cercanías de la barriada de la Estación del Ferrocarril, tuvo como víctima a su hijo recién nacido. La madre tuvo que dejar de darle el pecho ya que el exceso de ruido le provocó un nerviosismo de tal índole que tuvo consecuencias físicas al no poder generar más leche. La instalación de un aparato de aire acondicionado en el patio interior del edificio fue el origen de los problemas. Aun manteniendo las ventanas de la vivienda cerradas, el nivel de ruido medido en el interior de la casa era superior al límite establecido.
Todos los casos narrados coinciden en los efectos físicos o psíquicos provocados por el exceso de ruido que se traducen en problemas para toda la familia. Los psicólogos y psiquiatras que han tratado a estas víctimas incluyen en sus informes la contaminación acústica como detonante.

8 preguntas para 8 respuestas 

¿Qué efectos tiene el ruido en la salud?, ¿qué niveles máximos están permitidos y cuántos decibelios son soportados por las familias caballas?, ¿existe algún punto al que acudir para solicitar apoyo? Estas son algunas de las dudas existentes en torno a una problemática demasiado frecuente en la ciudad, hasta el punto de que Ceuta ocupa el primer puesto en el ranking de ciudades más ruidosas. A estas alturas la Ciudad todavía no dispone de un mapa del ruido y se encuentra en fase de analizar la encuesta encargada que ha obtenido cuantiosas críticas por su forma de elaboración. Las víctimas se encuentran desamparadas.

¿Qué efectos puede provocar en la salud la exposición continuada al ruido?
Físicos y psíquicos. Esos son los que están soportando algunas de las víctimas del ruido con las que se ha puesto en contacto ‘El Faro’. A los efectos físicos, traducidos en la pérdida de peso y en la caída del pelo, se suman los psíquicos, que son los más comunes. La exposición a un ruido constante provoca desequilibrios emocionales que son producidos por una falta de descanso. Depresión, alteración del carácter, nerviosismo... son sólo algunas de las consecuencias. Los afectados se ven obligados a acudir al psiquiatra o al psicólogo para pedir tratamiento. El grado de irritabilidad que se alcance influye en el trato con la familia además de en la vida laboral. Si no se descansa no se rinde. El ruido actúa a través del órgano del oído sobre los sistemas nerviosos central y autónomo. Cuando el estímulo sobrepasa determinados límites, se produce sordera y efectos patológicos en ambos sistemas, tanto instantáneos como diferidos. A niveles mucho menores, el ruido produce malestar y dificulta o impide la atención, la comunicación, la concentración, el descanso y el sueño. La reiteración de estas situaciones puede ocasionar estados crónicos de nerviosismo y estrés lo que, a su vez, lleva a trastornos psicofísicos, enfermedades cardiovasculares y alteraciones del sistema inmunitario.
La disminución del rendimiento escolar o profesional, los accidentes laborales o de tráfico, ciertas conductas antisociales, la tendencia al abandono de las ciudades, la pérdida de valor de los inmuebles y un largo etcétera son algunas de las consecuencias. No es casualidad que los países y regiones menos desarrollados sean también los más ruidosos.
¿Cuántas actuaciones ha llevado a cabo la Policía Local en este ámbito y de qué medios dispone en la actualidad?
67 mediciones en 2008. A requerimiento del ciudadano la Policía Local llevó a cabo 67 mediciones en todo el año pasado. De todas ellas, 26 terminaron con un expediente trasladado a Medio Ambiente, que es la consejería que se encarga de interponer las oportunas multas. Ahora el aparato sonómetro que se utilizaba para estas mediciones está estropeado por lo que resulta inviable atender las quejas. La Consejería de Gobernación está a la espera de que llegue un nuevo aparato, valorado en 3.000 euros, que ya ha sido adquirido y que es más moderno que el usado hasta ahora.
¿Qué capacidad de queja tienen los afectados?
Solos ante el peligro. Las víctimas consultadas por este medio se quejan de la soledad y del abandono institucional en el que se encuentran. Las sanciones interpuestas hasta la fecha no son cuantiosas y los afectados se ven en la obligación de acudir al juzgado si quieren que se resuelva su problema. Muchos de ellos carecen de medios económicos para continuar con un proceso judicial que se pierde en el camino. Sí han llegado quejas hasta el Defensor del Pueblo que ha atendido algunas de ellas instando a la administración a que tome cartas en el asunto. Existe una asociación ASCORCE que ofrece apoyo y consuelo a los afectados por esta situación. Su dirección de correo electrónico a la que se puede dirigir: ruidoceuta2008@gmail.com Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
¿Cuáles son los niveles máximos que pueden soportarse?
Depende de las ciudades. Según informe ASCORCE, en Andalucía hasta 3 db (decibelios) es falta leve, entre 3 y 5 es grave y 6 es INTOLERABLE. A partir de aquí esta demostrado que afecta a la salud. En el caso de que se alcancen 10 db supone aplicar un dictamen negativo que se traduce en el cierre del local. Esto es Andalucía, en Ceuta la situación cambia. Hay víctimas que soportan situaciones por encima de los niveles permitidos. Hay casos en los que se supera hasta en un 2.700% y otros en los que el ruido debe medirse con aparatos específicos de los que en Ceuta se carece como los sonómetros de octavas, reclamados por ASCORCE. Hay viviendas en las que se soportan mediciones superiores a los 60 decibelios.
¿Existe una normativa sobre el ruido?
No en Ceuta, sí en Melilla. En este caso la ciudad hermana gana la batalla al disponer de una normativa que fue aprobada por decreto en 2001. Otras comunidades autónomas disponen de leyes para medir las irregularidades que afectan a una ciudad. En Ceuta tan sólo se ha elaborado una encuesta para determinar cuáles son las zonas más ruidosas y se está a la espera de elaborar un mapa del ruido. Es el área de Medio Ambiente la encargada de tramitar sanciones al recibir expedientes bien de Gobernación o bien de Fomento, cuando se trata de establecimientos que no cumplen las normas aunque, curiosamente, hayan obtenido una licencia de apertura.
¿A dónde se puede acudir para defenderse del ruido?
Asociaciones, abogados, ayuntamientos... Se debe acudir al Ayuntamiento para que actúe en consecuencia, pero también existe una vía penal o civil para buscar la oportuna indemnización por los daños sufridos. En el caso de la vía Penal es cuando se producen graves riesgos para la salud. También está el Defensor del Pueblo, institución a la que se acude para que interceda como amparo del ciudadano y emita las oportunas advertencias a las instituciones. Además en Ceuta está la asociación ASCORCE y Septem Nostra que siempre la ha apoyado y ayudó a su nacimiento, pidiendo que se actualizara la Ley de 1993 sobre emisiones para adaptarla a la situación generada por el ruido.
¿Tiene sus frutos la vía judicial?
Hay casos que han terminado con prisión para el autor-emisor del ruido. En Ceuta son ya varios casos los que se han judicializado, aunque todos ellos han acudido a la vía civil. No obstante existen sentencias que han terminado con acusados condenados a más de 4 años de cárcel, por lo que se han visto obligados a ingresar en prisión. Este es el caso del fallo emitido por la Audiencia de Barcelona y confirmado por el Supremo en diciembre de 2008. El dueño de un establecimiento fue condenado por un delito de contaminación acústica a cuatro años de cárcel, siendo la primera persona en España que debe cumplir este tipo de condena para responder al excesivo ruido que causaba su restaurante. Dionisio Mestre, que así se llama el condenado, provocó daños físicos y psíquicos en cuatro vecinos que debían soportar el excesivo ruido generado por su restaurante, sobre todo los fines de semana en los que se celebraban despedidas de soltero. En Ceuta existen varios casos ya denunciados pero todavía no se ha dictado ninguna sentencia al respecto.
¿Cuáles son las zonas más afectadas en la ciudad?
Informe. Son puntos genéricos como el puerto, los bajos de la Marina o algunas zonas del centro debido a la focalización de terrazas. La contaminación acústica es producida por el tránsito elevado de vehículos o por la cercanía de locales que emiten un nivel excesivo.

http://www.elfaroceutamelilla.es/content/view/28120/52/